Cuando Basma Adwar tuvo el privilegio de reunirse con el Papa el pasado mes de junio, durante el encuentro pudo agradecerle la beca que lleva su nombre y que, gracias a ACN, le ha permitido ir a la universidad.
La familia de Basma Adwar se trasladó de Bagdad a Zakho, en el Kurdistán iraquí, en 2003, después de que la caída del régimen de Sadam Husein desembocara en un largo periodo de inestabilidad en el país. Para los cristianos comenzó una etapa negra de persecución que llegó a su punto álgido en 2013, cuando cientos de miles de cristianos se vieron obligados a huir de sus tierras ancestrales en la llanura de Nínive, encontrando también refugio en Kurdistán.
La hermana de Basma fue a una universidad pública y es dentista, pero Basma, de 25 años, quería estudiar Relaciones Internacionales en la prestigiosa Universidad Católica de Erbil (CUE), en la capital de la región autónoma del Kurdistán, lo que ha sido posible gracias a una beca financiada por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN).
Las Becas papa Francisco, financiadas por los benefactores de ACN, estaban previstas para septiembre de 2021, pero se pospusieron unos meses debido a la pandemia. En el primer año se concedieron becas a 128 estudiantes, en algunos casos incluían el alojamiento. Entre los becarios, la mayoría son cristianos, pero también hay yazidíes y musulmanes.
“Actualmente, curso la tercera fase de mis estudios de Relaciones Internacionales”, ha dicho Basma a ACN en una entrevista. “Sin la beca no habría podido asistir a la CUE”, ha explicado.
Basma, católica caldea, cree que la CUE contribuye a la integración y pacífica coexistencia de los estudiantes en Iraq, y señala que tiene muchos compañeros y amigos yazidíes y musulmanes.
En un momento en que las comunidades cristianas de Iraq y otros países de Oriente Próximo están sufriendo una hemorragia de fieles, con muchos jóvenes emigrado en busca de un futuro mejor en los países occidentales, Basma opina que iniciativas como el programa de Becas papa Francisco contribuyen a que los cristianos no se marchen. “Como tengo una beca para estudiar, puedo quedarme en Iraq. Yo quiero quedarme en Iraq. Quiero que mi futuro esté en Iraq y quiero ayudar a construir el futuro de Iraq”, ha dicho a ACN.
“¡Más becas, más oportunidades!”
El pasado mes de junio, Basma pudo manifestarle su gratitud en persona al papa Francisco en un encuentro de la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO). “Me invitaron a participar en la conferencia de la ROACO en junio, en representación de Iraq, ahí tuve la oportunidad de conocer al papa Francisco. Le di las gracias por toda la ayuda que ha prestado a Iraq y por las becas que se conceden en su nombre”.
El encuentro duró sólo unos pocos minutos. Basma asegura que el Papa la escuchó atentamente, y que sonrió cuando ella mencionó las becas: “Fue un gran momento para mí y para todos los cristianos de Iraq. No había tenido la oportunidad de verlo antes porque, cuando visitó Iraq en 2021, nos dijeron que sólo podía ir a verlo un miembro de nuestra familia, así que fue mi padre”.
Basma le está muy agradecida a ACN por ayudar a financiar la beca que ha obtenido, pero también afirma que hay muchos más estudiantes que necesitan este tipo de ayuda. Durante un encuentro con Marco Mencaglia, el director de Proyectos de la fundación pontificia internacional, también se lo comentó: “En Roma me reuní con Marco Mencaglia de ACN, le di las gracias por las becas que conceden, pero también le pedí más becas porque hay muchos estudiantes que las necesitan, sobre todo, en Iraq”.
ACN se ha comprometido con este proyecto durante tres años más y de esta manera 70 nuevos estudiantes podrán beneficiarse de las Becas papa Francisco y aprovechar las oportunidades que brinda una educación de primer nivel, durante ese período de tiempo.