22 nuevos proyectos han sido aprobados para ser financiados en Siria, un país que sigue estando muy cerca del corazón de la Iglesia católica, como ha repetido expresamente el papa Francisco en varias ocasiones; pero donde los cristianos tienen cada vez más dificultades para sobrevivir.

ACN ha incrementado su apoyo en Siria para tratar de contrarrestar los efectos de una crisis financiera que está paralizando al país, que entra ya en su duodécimo año de guerra civil.

La decisión de financiar 22 nuevos proyectos en Siria fue tomada después de la conferencia “La Iglesia como casa de caridad – sinodalidad y coordinación” que tuvo lugar en Damasco en marzo, en la que el cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en el país, exhortó a las organizaciones benéficas católicas diciendo: «¡No dejéis morir la esperanza!».

 Conferencia de Damasco, Siria
Regina Lynch, Jefa de Proyectos, en la Conferencia de Damasco, Siria.

Los nuevos proyectos aprobados abarcan diversos campos, que van desde la ayuda económica y apoyo a la alimentación para familias pobres, hasta becas de estudio. La fundación financiará, así mismo, campamentos de verano para niños y personas con necesidades especiales, así como ayuda básica para ancianos y enfermos. Este apoyo llega a un país donde en estos momentos una familia gana alrededor de 21 dólares por mes, pero que necesita aproximadamente 160 dólares para sobrevivir.

ACN también ayudará a familias necesitadas a cubrir costos de alquiler. En términos de infraestructura, está financiando la reparación de iglesias que fueron dañadas durante la guerra civil; de manera que los cristianos tengan un lugar para reunirse, celebrar los sacramentos y cultivar la fe, que suele ser una de sus pocas fuentes de esperanza.

Con el objetivo de que los jóvenes se preparen mejor para el futuro y no se vean en la necesidad de emigrar, se concederán 500 becas universitarias. “Los estudiantes son el futuro del país”, dice la hermana Chanaa, religiosa de la congregación Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antide Thouret. “Quisiera transmitir el agradecimiento de los estudiantes, quienes con su ayuda han podido continuar su educación. Que Dios os guarde y bendiga todos vuestros proyectos», continúa la religiosa en un mensaje dirigido a los benefactores de ACN.

Regina Lynch, directora de proyectos de ACN Internacional, estuvo en la conferencia en Damasco y fue testigo de primera mano de la angustia por la que pasa la comunidad cristiana: “La desesperación es común entre los cristianos sirios. Muchos han perdido esperanza, pero la encuentran en las iniciativas de la Iglesia (…) Estamos muy contentos de apoyar iniciativas especialmente dirigidas a darle esperanza a la gente en situaciones desesperadas”, explica la directora de proyectos.

Antes de la guerra, los cristianos eran alrededor del 10% de la población en Siria y vivían en relativa libertad, a pesar de la naturaleza autoritaria del régimen. El conflicto ha trastornado la vida de la mayoría de las comunidades cristianas. Todos han sufrido los efectos devastadores de la guerra. Cientos de miles de cristianos huyeron a otros países y el porcentaje en relación con el resto de la población ha disminuido considerablemente.

El papa Francisco nunca ha dejado de expresar su preocupación por el país. Durante la conferencia que tuvo lugar en marzo, el santo padre envió un mensaje dirigido a la comunidad cristiana en el que decía: “Ustedes no han sido olvidados. La Iglesia sigue preocupada por su bienestar, porque ustedes son los protagonistas de la misión de Jesús en esta tierra”.

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