La parroquia de Cristo Rey en Corcovado, en la región de la Patagonia, es aún muy joven, pues fue erigida en mayo de 2021. Hasta entonces, la zona pertenecía a una parroquia cuya sede se encuentra a 75 kilómetros, demasiado lejos para poder atender a los fieles de forma intensa.

La joven parroquia cuenta con 4.500 habitantes, y su párroco, P. Tomasz Grzyb, procedente de Polonia, fue anteriormente misionero en Bolivia. A él le llama especialmente la atención el hecho de que allí solo unas pocas personas estén realmente vinculadas a la Iglesia. En esta vasta y poco poblada zona se están extendiendo muchas sectas, pero incluso entre las personas que pertenecen a la Iglesia católica, muy pocas asisten con regularidad a la Santa Misa.

El padre Tomasz Grzyb con sus feligreses en Argentina.
El padre Tomasz Grzyb con sus feligreses.

La población está muy mezclada: muchos pertenecen al pueblo indígena mapuche, algunos son descendientes de inmigrantes españoles y los hay procedentes de otras regiones que han emigrado por diversos motivos. Por ello, resulta difícil formar allí una comunidad, nos explica el P. Grzyb. En esta parroquia, la atención pastoral todavía está en fase de organización e instauración.

No obstante, el sacerdote no se desanima y se ha puesto manos a la obra: lo más importante es la enseñanza de la fe y una preparación intensa para la recepción de los sacramentos, y para ello organiza catequesis para niños, jóvenes y adultos. Sin embargo, por el momento no hay un espacio adecuado para ello, por lo que la enseñanza se imparte en sitios provisionales, a menudo incluso en la casa particular del catequista. De momento, tampoco hay un espacio para la oficina parroquial.

Por ello está previsto construir un pequeño centro parroquial con espacio para la catequesis y el despacho parroquial. ACN quiere apoyar la obra.

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