La Orden Mercedaria fue fundada en el siglo XIII y, además de los tres votos de pobreza, castidad y obediencia, su regla prevé un cuarto: el del rescate de los esclavos cristianos, incluso al precio de la propia vida y libertad. Su nombre se remonta a la aparición en 1218 de Nuestra Señora al posterior fundador de la orden, el barcelonés Pedro Nolasco, para encargarle que intercediera por los cristianos esclavizados por los moros: por eso, el nombre completo de la congregación es “Orden de la Virgen María de la Merced de la Redención de Cautivos” (en latín: Maria de mercede redemptionis captivorum). La orden, que hoy cuenta con unos 30.000 miembros, es especialmente fuerte en Iberoamérica, y su rama masculina trabaja, entre otras cosas, en la pastoral penitenciaria.
La rama femenina de la orden también participa del voto del rescate de los presos: a través de una vida de penitencia y oración contemplativa, piden a Dios, entre otras cosas, la gracia de que los presos no pierdan la fe.
En La Ceja, en la diócesis colombiana de Sonsón-Rionegro, no abrieron un nuevo convento hasta 2008, fundado por religiosas de México. Entretanto, la comunidad ha sido bendecida con vocaciones colombianas y cuenta con doce profesas perpetuas y una aspirante, y varias jóvenes más ya han manifestado su deseo de ingresar en el convento.
Sin embargo, estas religiosas necesitan espacio para acoger a más jóvenes. En la actualidad, comparten de dos en dos una celda, pero el espacio sigue siendo insuficiente. Por eso, nos gustaría ayudarlas a terminar la primera planta de su nuevo convento, para que haya más celdas y, por tanto, más espacio para las jóvenes vocaciones y para que cada hermana tenga su propia celda, donde poder vivir el carisma de la oración constante y el silencio. Queremos destinar a esta causa 40.000 euros. ¿A quién le gustaría contribuir?