La congregación de las Hermanas Misioneras de la Divina Providencia se fundó en Nigeria en el año 2000. Estas religiosas visitan a domicilio a ancianos y enfermos, los cuidan y les llevan la Sagrada Comunión. Además, asesoran y apoyan a familias y mujeres, trabajan con jóvenes e imparten la catequesis.
Desde hace diez años, las hermanas también están presentes en Camerún. Tres de ellas trabajan en la parroquia de Ngondzen, en el noroeste del país, en una zona remota. La parroquia cuenta con doce comunidades de capilla y otras 39 localidades, y las distancias entre ellas son grandes.
Martina Myuykonge, una feligresa de edad avanzada de la parroquia, habla en nombre de muchos fieles cuando dice: «Las Hermanas Misioneras de la Divina Providencia son una bendición para nuestra parroquia, y apreciamos mucho tenerlas con nosotros. Nos visitan a los ancianos y enfermos, y nos traen el cuerpo de Cristo. Fortalecen moral y espiritualmente a las mujeres y a los jóvenes, para ayudarles a cuidar bien de sus familias. Pese a la crisis política que atraviesa nuestro país, las hermanas no nos han abandonado y siguen con nosotros. Cuidan de nuestra fe y nos infunden esperanza».
A nosotros nos gustaría apoyar este año a las religiosas con una ayuda al sustento de 1.800 euros, para que puedan seguir ejerciendo su valioso ministerio incluso en estos tiempos de crisis.