En la selva peruana, un apostolado que transforma las vidas de los jóvenes.

Eliane Bispo, una misionera brasileña de la comunidad de laicos consagrados Pantokrator, que trabaja en la Prelatura de Moyobamba (en la región de San Martín, en la selva central de Perú), desarrolla junto con su comunidad un apostolado financiado por la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) para transformar las vidas de los jóvenes que viven en una realidad de promiscuidad y falta de amor familiar.

Según contó a ACN Bispo, coordinadora de Pantokrator en Perú, su comunidad llegó hace ocho años a la región donde, especialmente en la ciudad de Tarapoto, han visto muchos problemas de alcoholismo, drogadicción, fiestas desenfrenadas, prostitución y familias disfuncionales.

“De donde vengo, Brasil, vemos que los padres abandonan a los hijos y aquí vemos que son las madres las que abandonan a sus hijos y se van con otros hombres. Eso marca a muchos jóvenes que vemos aquí, pues saben que su mamá se fue con otro y que tienen varios hermanos de distintos padres”, contó la misionera. Ella ha visto estas consecuencias reflejadas en su labor pastoral en la Universidad de Moyobamba y con los jóvenes que asisten a las reuniones semanales organizadas por su comunidad, en la localidad de Morales.

“Algo que me chocó fue que cuando llegué aquí los jóvenes nos decían ‘sí los apoyo’, ‘sí voy a venir’, pero se van o no vienen. Ellos piensan que no le hacen falta a nadie, no importa si van o no. Es algo que nos causa mucho dolor, porque ellos no reconocen su propio valor y piensan que no son nada. Las personas no tienen dignidad y esto va generando una cadena de heridas y de consecuencias. Nadie se comprometió con estas personas, entonces ellos no saben qué es comprometerse, ni comprometerse con alguien más”, manifestó Bispo.

Es por ello que el Prelado de Moyobamba, Monseñor Rafael Escudero López-Brea, “ve que es muy necesaria la evangelización en esta zona, con todo este contexto. Es por eso que nosotros venimos desarrollando este trabajo de formación y orientación para ayudarles a esos jóvenes a descubrir el sentido de sus vidas”, indicó Eliane Bispo.

El trabajo apostólico abarca desde los preadolescentes hasta los jóvenes adultos. Tienen un grupo semanal llamado Jóvenes Juventud Fiel, en su Centro Pastoral en Morales. Además, realizan actividades, dictan charlas y crean grupos de formación y oración en la Universidad César Vallejo de Tarapoto y en diversas escuelas de la zona. Bispo contó que la Prelatura de Moyobamba también les encarga la realización de retiros para los jóvenes, a los que asisten un promedio de 150 personas.

Uno de los ejes centrales de la formación de Pantokrator es la Teología del Cuerpo, para contrarrestar la cultura de promiscuidad de la zona; sus fundamentos son la Doctrina de la Iglesia, la importancia de la familia, el valor de la vida y la dignidad humana, así como un acompañamiento para el discernimiento vocacional.

Con el apoyo de ACN, dijo Bispo, “estamos ampliando nuestro trabajo a las demás facultades de la universidad, porque solo estamos en una. Estamos mejorando nuestros equipos, realizando materiales de difusión y mejorando la calidad de la música que producimos, la cual nos ayuda a llegar a los jóvenes. También nos gustaría poder tener una capilla en la universidad, para que sea un espacio de oración y de atención a los jóvenes”.

 

Vidas transformadas con amor

Eliane Bispo compartió con ACN algunos testimonios sobre cómo su apostolado ha transformado muchas vidas.

Había una chica de esta región que llevaba una vida muy promiscua, con la que yo conversaba. Ella salió embarazada y le aconsejé que cuidara esa vida, pero abortó. Sin embargo, no la dejamos, sino que seguimos rezando con ella y le pedí que me acompañara a las charlas que daba sobre la Teología del Cuerpo y sobre el amor. Ella me dijo que todo eso le había tocado en el alma y empezó a acercarse más a Dios. Ahora vive en Lima (la capital) y está participando en una comunidad llamada Lazos de Amor Mariano. Es una chica muy buena”, contó.

Otro caso fue el de una joven que convivía con su novio y, en palabras de Eliane, “se sometía a varias situaciones. Ella comenzó a participar en nuestro apostolado y fue percibiendo lo que ocurría y se separó y ahora está viviendo la castidad. Así tenemos varios testimonios de jóvenes que se deciden por vivir la castidad y esto es para ellos una sanación interior”.

Respecto a las vocaciones, Eliane contó que en Pantokrator actualmente tienen tres vocaciones peruanas y otras tres en proceso de discernimiento. Además, en una ocasión fue a realizar un retiro espiritual con la Congregación de las Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote. “Cuando estaba en la Misa, reconocí a una chica que había ido a uno de nuestros retiros y la Madre Superiora me dijo que había otra más. Ambas provenían de la localidad de Altomayo. La Madre superiora me dijo: ‘ustedes están sembrando y nosotros cosechando’. Entonces es muy bueno saber que estamos sembrando y Dios lo cosecha a su tiempo, es muy bonito”.

Bispo expresó muy complacida que “vemos que hay frutos de nuestro trabajo. Tal vez no sean del tamaño del esfuerzo que hacemos, pero hay muchos frutos. Somos pocos, pero intentamos ayudar a los jóvenes en todas las dimensiones: hacemos sanación interior, acompañamiento y dirección espiritual para que vayan teniendo consistencia de la fe, para poder tener una madurez y así comprometerse con la fe y con la Iglesia”.

Dirigiéndose a los benefactores, la coordinadora de Pantokrator en Perú les aseguró que con su generosidad “están salvando muchas almas, están ayudando a muchísimos jóvenes a encontrar el sentido de sus vidas, su ayuda es útil y muy necesaria. Rezamos por ustedes y que Cristo pueda ayudarlos en sus necesidades. Hay un lugar reservado para ustedes en el cielo”.

Si desea colaborar con este apostolado que transforma las vidas de los jóvenes en la selva peruana, haga clic aquí: https://100.27.152.63/donar/.

Compartir esta noticia:

Otras Noticias