La Iglesia católica en Bielorrusia se dedica con pasión al trabajo pastoral con niños y jóvenes. Cada semana, cientos de niños asisten a catequesis, y cada año un gran número de ellos recibe su primera comunión. Durante la era soviética, las prácticas religiosas fueron duramente reprimidas, pero hoy, gracias a la fiel transmisión de la fe por parte de los abuelos, todavía está fuertemente arraigada.
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“El Día del Niño es un acontecimiento especial para la Iglesia Católica en Bielorrusia, que es posible gracias a los benefactores de la Fundación Pontificia Internacional ACN que apoyan esta actividad. Esta celebración ha demostrado ser todo un éxito en los últimos tres o cuatro años. Comenzó con 100 participantes, pero este año han asistido alrededor de 2000 niños de diferentes diócesis. Este día combina el juego y la oración y acerca a los niños a Dios, y al mismo tiempo fortalece la comunidad dentro de la Iglesia”.
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Un momento conmovedor de la fiesta de este año fue la suelta de palomas, como símbolo de la paz y del Espíritu Santo. Este acto se hizo para recordar la importancia de rezar por la paz –paz en los corazones, en las familias y en la sociedad, para el país y para los países vecinos. Los niños también aprendieron sobre el profundo significado espiritual de la paloma como símbolo del Espíritu Santo que nos otorga sus dones. La suelta de palomas también produjo mucha alegría y emoción en los niños, y no hay nada más bonito que ver a un niño alegre y feliz.
“Estamos sumamente agradecidos con ACN por su gran ayuda en la organización de este encuentro. ¡Gracias a esta ayuda, hemos podido organizar una verdadera fiesta de la fe en la Iglesia de la diócesis de Grodno, que quiere construir su vida en Dios y con Dios!”, nos escriben desde Grodno.
Recemos también por Bielorrusia, un país que enfrenta importantes desafíos, para que la oración fortalezca la fe de nuestros hermanos en estos tiempos difíciles.
