Mientras los cristianos de todo el mundo celebran la Semana Santa, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) recuerda los retos que afrontan los cristianos en Tierra Santa y en Gaza, pero también en Cisjordania y Jerusalén. En una entrevista realizada durante su visita a la sede de la fundación pontificia internacional ACN, el abad Nikodemus Schnabel de la abadía de la Dormición de Jerusalén describe cómo los cristianos de la región vivirán la Pasión de Cristo e insta a los creyentes de todo el mundo a reflexionar sobre la situación de los cristianos en Tierra Santa.
Durante la Semana Santa, los cristianos del mundo entero recuerdan el sufrimiento y el sacrificio de Jesucristo. Tierra Santa, también llamada el «quinto Evangelio», encierra un inmenso significado para los cristianos. «Cuando leemos la Pasión en Semana Santa, nuestros pensamientos se dirigen a Tierra Santa, a Jerusalén», señala el abad Nikodemus.
El religioso recuerda que entre los muertos por el ataque de Hamás del 7 de octubre también había católicos, en su mayoría inmigrantes y solicitantes de asilo, a los que define como “esclavos modernos”. Por otro lado, recuerda lo que está pasando ahora en Gaza. “Para nosotros, como cristianos, eso es una catástrofe. Hoy, 30 de nuestros miembros han sido asesinados. Estamos hablando de seres humanos. Estamos hablando de una catástrofe para ambas partes, porque lo más horrible que puede hacer el hombre es matar a sus semejantes, porque ese es el mayor pecado que se puede cometer”, recuerda.
El abad Nikodemus llama la atención sobre el significado del Viernes Santo en el difícil momento que atraviesan actualmente los cristianos de esta región: «El Viernes Santo tiene un significado muy potente porque se ve el sufrimiento, vemos la cruz. Nosotros, en una ocasión celebramos una vigilia de oración de 24 horas en nuestra iglesia, rezamos todos los salmos y llamamos a esa celebración La Iglesia bajo la cruz. Ese es nuestro lugar como cristianos en estos momentos, somos la Iglesia bajo la cruz».
«Sábado Santo: Un tiempo de desesperanza e invisible sufrimiento»
No obstante, el abad también describe la terrible situación de los cristianos en Cisjordania y Jerusalén, donde “no puedes ver la cruz porque las casas no han sido bombardeadas, no hay un sufrimiento visible, no hay imágenes que interpelen a tu lado emocional”. Puede que no haya una destrucción visible ni imágenes de sufrimiento que atraigan la atención del mundo, pero “lo cierto es que atraviesan actualmente circunstancias muy difíciles, pues son el grupo más vulnerable. Su experiencia refleja la esencia del Sábado Santo: un tiempo de desesperanza e invisible sufrimiento”, asegura.
Y es que el impacto económico de la guerra iniciada en octubre ha sido especialmente duro para los cristianos de la región, pues estos dependen en gran medida del turismo de peregrinación para su subsistencia. “Muchos cristianos trabajan como conductores de autobús, propietarios de restaurantes, personal de hoteles o guías turísticos”, explica el abad durante la visita a ACN, “y la falta de peregrinos ha supuesto una catástrofe económica para ellos”.
El peligro de convertirse en una «Disneylandia cristiana»
El abad Nikodemus advierte del peligro de reducir Tierra Santa a un mero destino turístico. “Aquí no estamos hablando de Disneylandia, pero ese es realmente nuestro temor: que Tierra Santa se convierta en una especie de Disneylandia cristiana para peregrinos. Tenemos iglesias y tenemos santos lugares, y se pueden hacer peregrinaciones maravillosas sin entrar en contacto con la realidad de la gente local. Ciertamente, tenemos las piedras que recuerdan la fe de la encarnación, que Jesús realmente se hizo hombre, pero también tenemos las piedras vivas, los cristianos que viven allí. Y ahora ellos atraviesan una situación muy difícil y se sienten muy solos”, explica.
A la abadía de la Dormición, ubicada en Jerusalén, también le ha afectado la disminución del número de peregrinos, pero a pesar de la ausencia de turistas, la abadía se ha fijado como prioridad apoyar a su personal cristiano en Belén. “Nos sentimos responsables de ellos, aunque eso suponga un importante reto económico para nosotros”, afirma el abad Nikodemus.
Con vistas a la Pascua de Resurrección, el abad hace hincapié en la importancia de esta celebración como prueba de fe: “La Pascua es importante porque es el momento clave para saber si realmente confiamos en Dios y si realmente creemos en lo que celebramos. Después de la catástrofe, ¿estamos esperando la Pascua? ¿Creemos de verdad en la redención?”, se pregunta. “Como ciudadano racional de este mundo, solo veo guerras, sufrimiento, odio y violencia. Sin embargo, como hombre de fe, confío en que mi Dios puede redimir, puede salvar a este mundo, puede curar y puede crear nueva vida. El perdón, la misericordia: eso es lo que celebramos en la Semana Santa y en la Pascua. Espero por todos los cristianos que haya un nuevo comienzo y una nueva esperanza y una nueva vida”.
Mientras los cristianos del mundo entero celebran la Pascua, ACN hace un llamamiento a la oración, la solidaridad y el apoyo a nuestros hermanos y hermanas de Tierra Santa.